Cuando Fosse fue anunciado como ganador del Nobel en 2023 , se respiraba cierto alivio en la habitual polémica del fallo: esa vez no había fallado y se otorgaba a alguien del que se convenían méritos suficientes. Pero no terminaba de despertar esto un gran entusiasmo, siendo ya un autor editado en nuestro país por Deconatus y favorito de muchas quinielas para el premio, y solo pude entenderlo cuando acabé Septología : es la gran ficción secular más católica que ha pasado por mis manos, muy por encima de El Quijote , Señor del mundo o La Regenta ; cuestión que iré desgranando entre todo lo demás. Alguien dijo que era la historia de "un pintor que habla con Dios", pero se queda demasiado corto. Se trata de un pulpo narrativo con el Adviento de un año indefinido del siglo XX por cabeza, para orlar una historia de espera y preparación. El protagonista es un pintor al borde de la jubilación (si es que eso es posible para un artista), que navega por todos los planos y dimensio...
Hubo un tiempo no tan lejano en el que los concursos literarios comerciales, esos que necesitan vender decenas o cientos de miles de ejemplares para que la editorial amortice el adelanto de regalías en que consiste la dotación económica del premio, se concedían a novelas con pretensiones culturales. Los galardonados no eran presentadores ni telebasureros, sino las mejores plumas de la hispanosfera; esta narrativa resultaba muy rentable, y nuestra lengua, nuestro país, jugaban en la liga de campeones de la literatura, con candidatos al Nobel que se postulaban sin necesidad de fantasía, chovinismo ni cubatas encima de la mesa. El declive lector de la narrativa cultural patria es un hecho, merecería al menos un análisis, y teniendo en cuenta que el perfil del comprador tipo está entre los treinta y los cincuenta años, resulta evidente dónde tenemos que empezar a tirar del hilo: ¿qué ha ocurrido para que las preferencias sean tan diferentes en solo veinte años, con una tendencia secular pr...