Retomo brevemente el cine por una muy buena razón, que es el estreno en España de la última película de Lars von Trier después de unos cuantos años de silencio, tan polémica como la predecesora, pero mucho más desapercibida. Podemos decir, en comparación con Nymphomaniac, que es una película continuista, usando una estructura muy similar como excusa para contar la historia, y tan pornográfica como aquella cambiando el sexo por la violencia. Este, además, es un nuevo ejemplo especialmente grave de la indigencia intelectual que inunda los mentideros de Internet, capaz de otorgar a esta producción una puntuación mediocre al lado de los últimos bodrios de Tarantino o la tan sobrevalorada saga de Matrix. En mi opinión, "La casa de Jack" no tiene una especial intención provocativa, ni tampoco que en ese sentido pivote sobre los límites de la belleza o del arte, como insinúan muchas críticas. Más bien es un magistral retrato del mal, sin tapujos, construyendo al protagonista (