Hace 110 años, Robert H. Benson publicaba la que está considerada como primera distropía moderna: Señor del mundo . Se trata de una obra relativamente conocida en el mundo católico militante por las recomendaciones públicas de los dos últimos papas, pero prácticamente desconocida fuera de este ámbito. Sin embargo, su influencia es clara en la universal 1984 de Orwell, principalmente en la concepción de un mundo futuro globalizado en el que las guerras tienen lugar entre grandes bloques de civilización y no entre países, gobernados en una tiranía disfrazada de libertad. Claro que imaginaban el mal de manera diferente, partiendo del contexto histórico que les tocaba vivir, y mientras Orwell proyectaba el sainete perpetuo de la propaganda comunista de Stalin, Benson creía que la entonces todopoderosa masonería pilotaría desde la sombra, y sin hacer demasiado ruido, el camino hacia la perdición. No es fácil abstraer Señor del mundo del catolicismo, dado que el mismo autor era sac